Realidades afrontadas a diario en Silicon Valley

 


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Silicon Valley, como sabemos, es una zona donde se encuentran casas de empresas como Facebook, Apple, Google o Netflix. Si estuviese considerado como un país sería el segundo más rico registrado después de Qatar, con un PIB per cápita de US$128.647.

Lo cierto es que es una zona inmensamente rica. Tan rica, que una casa que se adapte a las necesidades básicas de la gente puede estar registrada en US$1 millón, cuando la renta mensual de un departamento común y corriente es de US$3.000.

Aunque existen estudios que destacan que la economía sigue creciendo, que tiene gran tasa de empleados y que los capitalistas de riesgo invierten cada vez más, también se puede observar la otra cara de la moneda.

Entre ellos, destacamos la creciente desigualdad y el alto costo de la vivienda siendo más alto incluso que en EEUU y donde un tercio de la población no puede sostenerse sin ayudas.

En primer lugar, vamos a desarrollar con mayor detalle el crecimiento de la desigualdad:

Silicon Valley fue históricamente una comunidad de clase media, pero en los últimos 20 años comenzó a cambiar gradualmente, al mismo tiempo que la brecha salarial fue creciendo.

Esta región está compuesta por 50 multimillonarios y 10000 millonarios, pero muchos del resto de empleados no pueden vivir allí.

Ciertos policías, profesores… no se pueden permitir el costo de vida debido a que los precios son astronómicos.

En segundo lugar, explicaremos el aumento de costo de la vivienda:

Debido que el costo promedio de la renta mensual de un departamento es de US$3.000, muchos deciden intentar alquilar en la periferia.

Y ciertos trabajadores que quizás tienen un ingreso inferior han tenido que alquilar una cama en una furgoneta o incluso dormir en su propio auto.

Aunque siguen construyendo nuevas viviendas, en los últimos dos años solo se ha registrado que pueden acceder solo al 15% de las mismas aquellos residentes cuyos ingresos son bajos o moderados.

Esto no solo se ha dado en el ámbito del hogar. Al mismo tiempo ha subido el costo de servicios esenciales, así como el transporte.

Esto provoca que muchas personas se estén planteando el hecho de irse. Muchos de los residentes han sido desplazados por el alto costo de vida a otros lugares de Estados Unidos como Seattle.

Pero, existen ciertos residentes que no quieren perder su empleo, y deciden alojarse en zonas circundantes y suelen viajar de media 3 horas al día para poder llegar a su trabajo.

Posteriormente, podemos afirmar que ha habido un cambio en el panorama poblacional, con menos personas de color y latinas de bajos ingresos y más personas asiáticas que vienen a sumarse a la revolución tecnológica que está cambiando al mundo.

Por tanto, en las ocupaciones de alta especialización tecnológica, el 40% de los empleados provienen de China o India.



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